Ntro. Padre Jesús Nazareno y Mª Stma. de la Soledad

Esta hermandad nació en 1974 gracias al entusiasmo y la ilusión de un grupo de jóvenes. El escultor de “Jesús Flagelado y atado a la columna” parece ser de Nicolás de Bussy (1650-1709).

Actualmente, la Cofradía cuenta con 74 cofrades y su Presidente y Hermano Mayor es Martín Ruiz García. Hoy en día los hermanos visten unas túnicas granates, capirotes y capas blancas, portando cirios de cera a cada lado de las imágenes. La túnica lleva pala con vivos blancos y botones forrados de blanco, la cintura se ciñe al cuerpo con un fajín de color blanco y escudo de la hermandad bordado y guantes blancos.

Durante 1974 y 1975 los penitentes acompañaban a la imagen de “Jesús Atado a la Columna” sin uniforme alguno, vestidos de calle. En 1976 los cofrades optaron por desfilar con vestas, que a partir de entonces representaran e identificaran a la cofradía.

En 1979 la búsqueda de fondos conduce una vez más a unir la tradición cultural con la religiosa y se rescata de entre las bambalinas rafaleñas la zarzuela pastoril “ Los Pastores de Belén”, que si bien es una representación navideña enraizada en muchos pueblos del levante y sobre todo en los murcianos, en Rafal posee un especial significado por su música propia, debida a D. José Valero Urios.

A partir de aquí, han sido muchos los avatares que han ido marcando la andadura de la inicial cofradía, hasta llegar al 2003.

Hoy por hoy “Ntro. Padre Jesús de la Columna”, vuelve a ser protagonista en la noche de Jueves Santo. Y “Ntra. Sra. de la Soledad”, interviene en la procesión del “Santo Entierro” con saya de damasco negra y oro confeccionada por Asunción Clemente. Esta imagen va a llevar nuevos manto y saya. El encargo se hizo al taller sevillano de Francisco García Poo, sus medidas son 5 metros de ancho por 5,25 metros de largo, está realizado en terciopelo negro y bordado en oro fino y sedas pastel. Su estilo es de los llamados “Juanmanuelinos” (por ser Juan Manuel Rodríguez Ojeda, bordador sevillano de finales del siglo XIX y principios del XX, el creador de este estilo).

A lo largo de su andadura, ha habido ilusión, trabajo, éxitos y fracasos que poco a poco, al tiempo que se iban produciendo nuevas incorporaciones personales y materiales, han ido renovando los ánimos, las ideas y los bienes de la Hermandad contribuyendo a que cada nueva Semana Santa fuera distinta de la anterior.