La calle Infanta Elena de Rafal ha dejado de estar ocupada por agentes de la policía local de Orihuela. En las últimas semanas y, antes de las elecciones tanto generales y autonómicas como municipales, el alcalde oriolano había mandado a policía local para realizar guardias de 24 horas en esta calle a raíz del conflicto que generó tras señalizar con balizas y pintura aparcamientos en la vía que es de titularidad rafañeña, tal y como demuestra un informe del Centro Nacional de Información Geográfica. “La retirada de los agentes pone a las claras que la decisión tenía un matiz político y electoralista puro y duro y se ha demostrado porque ya no ha venido nadie a defender a los vecinos de los ataques de Rafal”, ha asegurado el alcalde en funciones, Manuel Pineda.

La retirada de los efectivos policiales oriolanos coincide con que se haya conocido un informe técnico del Centro Nacional de Información Geográfica, fechado el pasado 17 de mayo, el cual ha constatado que la calle Infanta Elena está dentro del término municipal de Rafal. Además, el documento oficial detalla que el término municipal es aún más grande y que abarcaría dos o tres manzanas más, hasta incluir muchas de las viviendas cuyos propietarios quieren incorporarse a Rafal y hasta la industria conservera que hace décadas está establecida en el barrio.

De esta manera ya son dos los informes técnicos que avalan que el Consistorio rafaleño tiene la titularidad sobre la calle Infanta Elena y, por lo tanto, el poder institucional para reordenar el tráfico y hacerlo de la mejor manera posible para mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas, así como garantizar la seguridad vial de los residentes en toda la zona. Este último documento técnico detalla también que para extraer los datos se han analizado los documentos del Centro de Descargas del Centro Nacional de Información Geográfica, del Instituto Cartográfico Valenciano y del Plan Nacional de Ortografía Aérea (PNOA).

Pineda ha explicado que “nos alegramos de que Emilio Bascuñana haya recapacitado ya que los informes corroboran que la titularidad de la calle es de Rafal y que, por lo tanto, no había necesidad de montar el triste y lamentable espectáculo propio de matones de discoteca que ha montado durante varias semanas su alcalde, con decisiones más propias del jefe de una banda que de un representante institucional.”

Las conclusiones a las que llega el documento son que los límites del municipio rafaleño abarcan más de lo que indica el Plan General de Ordenación Urbana, de ahí que “nuestro objetivo sea dar una solución a esta situación y que, sobre todo, mejoremos la calidad de vida de los vecinos y vecinas”, ha asegurado Pineda, y ha añadido que “lamento que el regidor de Orihuela, Emilio Bascuñana, haya tenido una conducta tan mediocre y sin altura de miras para solucionar un problema que, como siempre, vamos a arreglar nosotros, si bien no nos sorprende dado que él ya está acostumbrado hace años a que los demás le arreglen lo suyo”.